martes, 23 de noviembre de 2010

III

Hoy, estaba en cama, pensando en como sería mi muerte, normalmente juego a situarla en veinte mil sitios, vinte mil situaciones y con veinte mil sentimientos diferentes, pero hoy no he pensado en eso, hoy he pensado en la gente. Realmente cuando mueres, para esa persona solo mueres tú, pero para ti mueren todas esas personas. Eso tiene que ser lo peor, por que a mi no me importaría morirme, realmente, morirme es lo último que me preocupa. Pero la muerte no es solo eso, la muerte es un estado. Hay gente, que aún respirando ya la sienten. Recuerdo cuando iva a ver a mi abuelo a la residencia, miraba por los pasillos y veía todas esas caras con una expresión neutra, esperando a la muerte como quién espera la hora de la comida. Supongo que para ellos la muerte es un recurso, cansados de vivir es ya lo último que les queda.
Por eso, cuando yo muera, sea cuando sea, donde quiera que me pille, al irme, recuerde todos los momentos felíces, y piense que no ha estado tan mal, que ha merecido la pena, y a la gente que dejo, regalarles mi memoria, para así vivir eternamente.

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